A comienzos de la década del ’80, la dictadura había perdido el apoyo de los sectores civiles, y el frente militar estaba cruzado por divisiones entre las tres fuerzas y dentro de cada una de ellas. La recuperación de las Islas Malvinas fue entonces el intento de recomponer la autoridad del gobierno y prolongar el dominio militar. La funesta derrota frente a las fuerzas británicas, precipitó la agonía del régimen. Las elecciones de 1983 dieron el triunfo al candidato radical, Raúl Alfonsín, quien, después de un traumático gobierno –asolado por la amenaza del retorno militar y por la crisis económica-, en 1989 entregó el mando al candidato triunfante en las elecciones de junio de ese año, el justicialista Carlos Menem.
En junio de 1977 el gobierno inició una "reforma financiera" que eliminó las restricciones del Banco Central sobre las tasas de interés y las limitaciones que impedían el endeuda miento en el exterior de las empresas, tanto públicas como privadas. De esta manera muchas empresas aprovecharon la alta liquidez en los mercados internacionales para contraer tantos préstamos como quisieron. Sin embargo en el sector privado descendió a niveles inferiores a los de 1971.
En su lucha contra la inflación el gobierno inició una nueva etapa en 1979. La idea central residía en que para que las empresas supieran a qué atenerse en materia inflacionaria se elaboraría un plan de devaluaciones decrecientes que serían anticipadas en un esquema temporal conocido como "La Tablita". Paralelamente se rebajaron los derechos aduaneros y se dispuso qué precios y salarios del sector público siguieran una pauta de aumentos del 4% mensual, lo mismo que las tasas de los créditos internos.
Las altas tasas de interés atrajeron capitales externos que obtenían en poco tiempo altísimos rendimientos en moneda extranjera.
A fines de 1979 ingresaron nuevas importaciones que compitieron con la producción interna cuyos precios seguían creciendo.
Con el peso sobrevaluado todo lo que se importaba resultaba barato y lo que se exportaba era caro en los mercados competitivos del exterior. Los viajes al extranjero se convirtieron en algo accesible para la clase media Argentina. Los turistas volvían al país cargados de artículos de consumo que adquirían a precios "irrisorios". Era la época de la "plata dulce".
La crisis industrial llegó en 1980 con una larga serie de quiebras y cierres de establecimientos.
El aumento del petróleo en el mercado internacional en 1979/80 agravó la situación. La inflación mundial creció, los países importadores sintieron el efecto y comenzó una etapa recesiva. El comercio internacional tendió a contraerse, descendieron los precios de los productos básicos y aumentaron considerablemente las tasas de interés.
Cuando en 1981, bajo el gobierno de Ronald Reagan, las tasas de interés reales en Estados Unidos pasaron de alrededor de cero al 8% la deuda externa de países como la Argentina creció enormemente en pocos años. Por ejemplo, en nuestro país aumentó unos 6 mil millones de dólares anuales entre 1978 y 1982.
Gobierno de Roberto Viola: 1981
Designado Presidente por la Junta Militar, Viola asumió el cargo el 29 de marzo de 1981.
Durante su mandato la situación económica se agravó, la especulación resultaba más rentable que las inversiones productivas.
El Presidente Roberto Viola inició cierta "apertura" que se manifestó en una mayor participación de los civiles en el gobierno y mayores posibilidades de asociación.
El sindicalismo aprovechó para reorganizarse y hacer sentir su protesta. A fines de 1980, a pesar de la prohibición legal, la C.G.T. se organizó bajo la dirección de Saúl Ubaldini; distinguiéndose de otro sector más participacionista con el gobierno militar. En julio del año siguiente declaró una movilización. A causa de la relativa flexibilización emprendida por Viola, su relación con la Junta militar fué dificultosa.
A fines de diciembre de 1981 el presidente fue obligado a renuncias, reemplazado por Leopoldo Galtieri, partidario de una línea más dura.
Gobierno de Leopoldo F. Galtieri: (1981 – 1982)
En diciembre de 1981 se hizo cargo de la Presidencia de la Nación Leopoldo F. Galtieri en reemplazo de Roberto Viola.
La crítica situación económica y el descontento social parecían ya incontrolables. A fines de marzo de 1982 una movilización popular, hizo sentir su fuerza y la policía respondió reprimiendo.
Los grupos de derechos humanos y las "Madres de Plaza de Mayo", con sus denuncias y reclamos de justicia, tuvieron cada vez más eco en la opinión pública.
Frente a esta situación del gobierno de Galtieri necesitaba descomprimir la tensión interna y lograr consenso.
Galtieri tuvo que renunciar el 17 de junio de 1982.
Gobierno de R. Alfonsín: (1983-1989)
El gobierno de Alfonsín heredó una crítica situación económica: una abultada deuda externa y una inflación de más del 20% mensual.
El 24 de enero de 1984 el Ministro de Economía, Bernardo Grinspun, difundió un documento en el que se brindaban datos sobre los desajustes en el sistema financiero y del sector público.
El Ministro comenzó a renegociar la deuda externa de 43.000 millones de dólares y en septiembre se llegó a un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por el pago de la misma.
En 1985 fue reemplazo el titular de Economía por Juan Vital SOURRUILLE quien preparó un shock anti-inflacionario: EL PLAN AUSTRAL. Su anuncio se hizo el 14 de junio, se congelaron los precios, los salarios, las tarifas y combustibles; se aplicó el tipo de cambio fijo y controlado. El valor de esta nueva moneda representaba 1.000 pesos argentinos.
En 1987 el Plan dio signos de agotamiento, la inflación se aceleró y se agravaron los conflictos sociales.
Ante la dificultad de encontrar una solución, Raúl Alfonsín adelantó cinco meses la entrega del mando
Gobierno de Carlos Saúl Menem.(1989 – 1995)
El nuevo mandatario llevó a cabo un cambio sustancial en las alianzas socioeconómicas del peronismo histórico. Su modelo económico se orientó hacia el liberalismo y muchos exponentes de partidos políticos de esa tendencia ocuparon cargos en su gabinete. El poder sindical, en cambio, pasó a segundo plano.
En política exterior se reforzó el vínculo con los Estados Unidos y otros países del mundo occidental. Argentina reanudó sus relaciones diplomáticas con Gran Bretaña postergando la discusión de la soberanía sobre las Islas Malvinas. Las negociaciones se centraron en el aspecto económico y en las posibilidades de intercambio tecnológico en esta zona tan conflictiva del Atlántico Sur.
La Argentina fue el modelo del FMI de la apertura económica, sin embargo hoy se encuentra hundido en una crisis económica- política- social severa, debido a la dependencia política con respecto a las grandes potencias mundiales.
La corrupción fue un emblema nacional, dejando al derecho en un segundo plano. La necesidad de una democracia directa es urgente…
Para ponerse a pensar… ¿no?
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